Programa de Trabajo Decente para la Ciudad de México
Mediante el diálogo social tripartito como fundamento, con la participación de agrupaciones de trabajadores, cámaras empresariales y gobierno, y bajo la coordinación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la Organización de las Naciones Unidas, el Gobierno de la Ciudad de México a través de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo construye el Programa de Trabajo Decente para la Ciudad de México.
¿Qué es el trabajo decente?
De acuerdo al concepto definido por la OIT y adoptado por la comunidad internacional, trabajo decente es el trabajo productivo de los hombres y las mujeres en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.
El trabajo decente supone que unos y otras tengan oportunidades para realizar una actividad productiva que aporte un ingreso justo, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para los y las trabajadoras y sus familias, que ofrezca mejores perspectivas de desarrollo personal y favorezca la integración social, que dé libertad a las personas para manifestar sus inquietudes, organizarse y participar en las decisiones que inciden en su vida, y que garantice la igualdad de oportunidades y de trato para todas las personas trabajadoras.
El diseño del Programa de Trabajo Decente para la Ciudad de México se desarrolla con base en una estrategia de cuatro objetivos estratégicos:
- Crear trabajo para generar oportunidades de inversiones, espíritu empresarial, desarrollo de competencias, creación de empleos y medios de vida sostenibles.
- Garantizar los derechos de las personas trabajadoras para obtener el reconocimiento y el respeto de sus derechos. Todas las y los trabajadores, y en particular los más desfavorecidos, necesitan representación, participación y leyes que funcionen en beneficio de sus intereses.
- Extender la protección social para asegurar que las mujeres y los hombres disfruten de condiciones de trabajo seguras, que les proporcionen tiempo libre y descanso adecuado, que tengan en cuenta los valores familiares y sociales, que contemplen una adecuada compensación en caso de pérdida o reducción de los ingresos y que permitan el acceso a servicios médicos adecuados.
- Promover el diálogo social, la participación de organizaciones de trabajadores y de empleadores, sólidas e independientes, es fundamental para elevar la productividad, evitar los conflictos en el trabajo, así como para crear sociedades cohesionadas.
El trabajo decente es un objetivo en evolución que necesita tener en cuenta los contextos nacionales y locales y considerar los diferentes niveles de desarrollo y de capacidad de cada país. Así, el Programa de Trabajo Decente que el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, junto a representantes de empleadores y representantes de trabajadores ha firmado, refleja las prioridades y resultados consensuados específicamente para la Ciudad de México.
El trabajo decente requiere el compromiso y la participación proactiva de todos los interlocutores a escalas macro, meso y micro para estimular tanto la creación de nuevos empleos como la mejora de los existentes. La coordinación y el diálogo social, independientemente de los intereses específicos de cada uno de los interlocutores, son, por supuesto, la clave del éxito.
¿Cómo se identifican las condiciones de trabajo decente?
- Oportunidades de empleo,
- Trabajo remunerado no forzado,
- Ingresos adecuados y trabajo productivo,
- Trato justo y equitativo en el empleo,
- Horario de trabajo decente,
- Equilibrio justo entre el trabajo y la vida familiar,
- Entorno laboral seguro,
- Estabilidad y seguridad del trabajo,
- Protección social,
- Diálogo social y relaciones en el lugar de trabajo.
Puesto de otra manera, el trabajo decente se entiende como un trabajo productivo, en el cual se protegen los derechos, se generan ingresos adecuados con seguridad social apropiada. Significa también un trabajo suficiente, en el sentido en que el trabajo se convierte en un medio de pleno acceso a las oportunidades para la obtención de ingresos dignos (OIT, 1999).
El trabajo decente incluye el respeto pleno a la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil.
El trabajo decente está contenido en la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual es una respuesta de la comunidad internacional para transitar hacia un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible a través de sus 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La importancia del trabajo decente para impulsar el desarrollo sostenible está puesta de manifiesto en el Objetivo 8, cuya finalidad es “promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el pleno empleo, productivo y el trabajo decente para todos” .
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